El colectivo más numeroso en la administración de justicia —tras el de los ciudadanos, que es siempre cualitativa y cuantitativamente el más importante— es el de los abogados y abogadas. Con más de 140.000 personas la abogacía duplica al número de funcionarios y funcionarias que trabajan para la administración de justicia.
Resultaría irritante, por lo tanto, que hubiese un diferente grado de sensibilidad hacia las reivindicaciones de cada colectivo. Abogados, jueces, procuradores y fiscales se sientan a la misma altura en estrados y no es por casualidad sino porque el legislador quiso visibilizar la igualdad sustancial de todos los intervinientes en sala. Colocó en un escalón más bajo a los administrados —es verdad— y fue su único yerro pues es muy verdad que todos cuantos se suben a estrados no tienen otro fin que el de servir a quien, curiosamente, colocan un escalón por debajo.
Estrenamos nueva ministra, fiscal de profesión, favorable a la huelga de jueces y fiscales que todavía está sin desconvocar. Resultaría altamente desagradable que no atendiese las reivindicaciones de los distintos colectivos de forma ecuánime y adecuada.
En todo caso y para que le sirva de guía a la hora de establecer sus prioridades aquí le dejamos una gráfica que visibiliza la dimensión de cada colectivo. Esperemos que la tenga en cuenta, estaremos observando y obraremos en consecuencia.